lunes, 28 de noviembre de 2016

Leyenda China

Esto se cuenta acerca de Meng Hsie.

Cuando supo que últimamente los artistas jóvenes se ejercitaban en colocarse cabeza abajo, decían que para ensayar una nueva visión, inmediatamente Meng Hsie practicó también este ejercicio. Y después de probarlo un rato declaró a sus discípulos:
-Cuando me coloco cabeza abajo se me presenta el mundo bajo un aspecto nuevo y más hermoso.Esto se comentó, y los jóvenes artistas se ufanaban no poco de que el anciano maestro hubiese respaldado así sus experimentos.Se sabía que apenas hablaba, y que enseñaba a sus discípulos no mediante doctrinas sino con su simple presencia y su ejemplo. Por eso sus manifestaciones llamaban mucho la atención y se difundían por todas partes.Poco después de que aquellas palabras suyas hubiesen hecho las delicias de los innovadores y sorprendido e incluso indignado a muchos de los antiguos, se supo que había hablado otra vez. Contaban que había dicho:-Es bueno que el hombre tenga dos piernas, porque ponerse cabeza abajo no favorece la salud. Además, cuando se incorpora el que estuvo cabeza abajo el mundo se le representa doblemente más hermoso que antes.Estas palabras del maestro escandalizaron a los jóvenes antipodistas, que se sintieron traicionados o burlados, y también a los mandarines.-Tal día dice Meng Hsie tal cosa, y al día siguiente dice lo contrario -comentaban los mandarines-. Es imposible que ambas sean verdaderas. ¿Quién hace caso del anciano cuando le flaquea el entendimiento?Algunos fueron a contarle al maestro lo que decían de él tanto los innovadores como los mandarines. Él se limitó a reír. Y como sus seguidores le demandaran una explicación, dijo:-La realidad existe, pequeños míos, y ésa es incontrovertible. Verdades, en cambio, es decir, opiniones acerca de la realidad expresadas mediante palabras, hay muchas, y todas ellas son tan verdaderas como falsas.Y por mucho que insistieron, los discípulos no consiguieron sacarle una palabra más.

Hermann Hesse.


Siguiendo este enlace encontrarán varias acuarelas pintadas por el autor.



http://www.garuyo.com/arte-y-cultura/las-acuarelas-de-hermann-hesse#imagen-1

jueves, 24 de noviembre de 2016

Kung Fu y Budismo, su origen místico y filosófico:


La máxima victoria es la que se gana sobre uno mismo
Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo.
Buda


El Kung Fu se reconoce en el mundo Occidental como el arte marcial que proviene de China, pero ciertamente el concepto y su historia representan mucho más que la lucha cuerpo a cuerpo o el manejo de una situación por medios violentos. Las disciplinas que pertenecen a la categoría de boxeo Chino y entrenamiento de combate se denominan con el nombre de Wu Shu, que por el significado literal de sus ideogramas, es mucho más propio para tal efecto, ya que Wu significa guerra y Shu  arte.
En cambio el maravilloso concepto de  Kung Fu pretende alcanzar  un significado más profundo, que navega en el anhelado horizonte de la impecabilidad del ser.  Puede entenderse como disciplina, eficiencia, entrenamiento o poder. Pero lejos de significar un  poder sobre los demás, se refiere al poder  que se desarrolla a través del tiempo sobre uno mismo, ya sea físico o espiritual. La lectura poética de sus ideogramas nos simboliza algo que se obtiene con el tiempo, a partir del incremento y fortalecimiento de la propia voluntad. Así podemos entender que en occidente se ha mal interpretado este profundo y abarcador concepto.
 Para aclarar  la confusión puede servirnos pensar  que cuando nos referimos al Kung Fu no sólo estamos hablando de aprender a pelear o a defendernos, debemos entender que más bien, se trata de un entrenamiento constante que nos permite alcanzar un nivel superior de vitalidad, equilibrio, fuerza interior, discernimiento y criterio personal. O sea, un desarrollo psicofísico completo que cuenta con un encuadre filosófico específico que lo respalda,  al tiempo que posibilita un mayor autoconocimiento y desarrollo del ser. Un estado de consciencia nuevo y más elevado. Seguramente podremos entenderlo mejor si nos remontamos al origen milenario de este ejercicio filosófico,físico y marcial.




“Erase un vez en China…”  

Al parecer, por lo que cuentan algunos pocos registros escritos, el arte de la lucha y la guerra en China tiene un origen muy antiguo, de más de  5000 años de historia y perfeccionamiento. Pero el Kung Fu data aproximadamente del año 495 D.C. Precisamente con el místico encuentro de dos corrientes filosóficas y espirituales, pilares de la cultura y el pensamiento de China como son el taoísmo y el budismo. Dos religiones de corte filosófico pero sobre todo práctico, que se proponían mejorar la calidad vida del ser humano en su totalidad.
 El taoísmo es la filosofía y la tradición mística de la cultura China por excelencia. Se inspira en el TAO que es  considerado una fuerza de vida que media entre el cielo y la humanidad creando una correspondencia infinita. Esta religión predicaba la búsqueda individual de una forma más elevada de existencia. Denunciando que la cultura China se encontraba corrupta, buscaba deshacerse de las costumbres cotidianas para encontrar un camino en las fuerzas naturales y espirituales de la vida.
Mientras que el budismo también desechaba los modos mundanos y culturales de la época. Predicaba una serie de prácticas espirituales relacionadas a los rituales religiosos de la corriente budista Mahayana (el gran vehículo de salvación), que fue la primera en infiltrarse en territorio Chino, a lo largo de la ruta de la seda en el intercambio entre China e India. Esta corriente se concentraba en la oración, la lectura de las escrituras y las buenas acciones entre otras cosas.
Todos los datos que se tienen hasta el momento nos llevan a pensar que el lugar de encuentro de estas escuelas y el surgimiento de este sistema de entrenamiento de la consciencia es el enigmático templo de Shaolin, que significa “el templo del bosque nuevo o pequeño bosque”. Se trata de un monasterio construido por orden del emperador Hsiao Wen al norte de la montaña Shao Shi durante la dinastía Wei del norte (386-534). Se cree que fue construido para impulsar la práctica y el desarrollo del budismo Mahayana y el Taoísmo. Allí los monjes ocupaban todo su tiempo en la traducción de los textos sagrados del sanscrito al chino y la forma de vida religiosa.


Monje Shaolin meditando

Pero la búsqueda del despertamiento (bodhi) ha representado la meta más elevada para los seguidores de Buda de todos los tiempos, y debido a eso es que las diferentes escuelas han ido cambiando sus inclinaciones y técnicas en pos de mejorarlas, con la pura intención de horadar más profundamente en el obscuro abismo de la consciencia humana.  
Unos de los hechos más relevantes en la historia de las transformaciones de las escuelas espirituales del extremo Oriente, fue la revolución que produjo la mítica llegada del príncipe hindú Bodhidarma en el año 519 d.C. Quien posteriormente será llamado en China Da Mo. Siendo este vigésimo octavo patriarca del budismo, hijo del rey  Suganda  de la región de Madras. Abandonó su país, su posición social y todas sus riquezas. Inspirado en la enseñanza de los puntos de vista del “dhyana”, una nueva técnica de meditación budista.
Tamo / BodhiDharma
Su poderosa influencia y convicción transformaron por completo las prácticas y costumbres del budismo tradicional de la época, dando lugar a una integradora forma de conocimiento y entrenamiento espiritual. Que en conjunto con la escuela filosófico-religiosa taoísta derivó en la creación de una tendencia budista nueva, denominada Chan, pero más conocida en Occidente por su nombre japonés Zen. Esta predicaba un retorno a los modos de vida más austeros y puramente espirituales en contacto con la naturaleza, en la que la salvación podía obtenerse solo a través de la iluminación interior. Debido a eso manifestó una inclinación especial por la meditación, que ponía más énfasis que las demás en el propio despertar como núcleo central de la práctica budista.


Este es el recorrido histórico del surgimiento del Kung Fu y el sustento filosófico de su práctica, donde los misterios de su enseñanza se encuentran codificados aun…

Autor de la nota:

Juan Manuel Torres.

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Salud mental y Artes Marciales



Ningún camino como camino, ninguna limitación como limitación.


En este artículo intentaré profundizar en esta famosa frase de Bruce Lee: “No tener ningún camino como camino, no tener ninguna limitación como limitación.”
 ¿Qué es no tener ningún camino como camino? ¿Qué es no tener ninguna limitación como limitación?
Los practicantes de artes marciales tienen que elegir un camino: Karate, Kung Fu, Aikido, Tai Chi, Muay Thai, por nombrar algunos.
En el camino elegido se experimentan diversas situaciones de alegría y satisfacción al lograr un objetivo: incorporar nuevos movimientos, avanzar de graduación, derribar a un oponente, recordar una forma, vencer una barrera física o mental, etc.
También surgen, claro está, decepciones y frustraciones como limitantes que ponen a prueba la tenacidad y la voluntad de perseverar en el camino elegido o bien decidir por otro camino distinto.
Todas estas vicisitudes implican tener caminos y tener también limitaciones. Para comprender el sentido profundo de esta reflexión, el observar desde un punto de vista más amplio nos hará ver no sólo el camino de un arte marcial particular con sus logros y limitaciones; sino también al artista marcial que toma un camino y encuentra limitaciones: al ser humano que decide un camino y encuentra limitaciones a la hora de vivir.

Cuando se dice no tener ningún camino como camino ¿qué se está diciendo?

Salir de casa rumbo a la escuela de artes marciales, subir al auto, al colectivo, ir en bicicleta o a pie. Algún camino hay que tomar para llegar a la clase, no tomo el más largo porque ya se me hizo tarde, voy por el camino más directo. Tomo un camino.
Salgo de casa temprano, elijo el camino más largo. Tomo un camino.

¿Cómo no tener, entonces, ningún camino como camino?
Para llegar al lugar de entrenamiento o a cualquier otro lugar hay que tomar un camino; no tener ningún camino está haciendo alusión a un camino interior, a un recorrido que tomamos internamente mientras transitamos cualquier camino externo. ¿Qué es un camino?
Un camino es una senda, un recorrido, una vía, un sector de naturaleza allanado, transitado, habitado, habitable, civilizado, urbanizado, seguro, confortable, estable, conocido.  
Claramente son necesarios los caminos exteriores para llegar a cualquier punto del mapa, para trasladarnos por la ciudad y realizar las actividades cotidianas; pero, ¿son necesarios los caminos internos? Es decir, ¿es necesario transitar constante y rutinariamente en nuestro interior el mismo camino una y otra vez, incluso cuando ese circuito interno provoca gran confusión y dolor?
No tener ningún camino como camino” puede estar diciendo: no anhelar ninguna seguridad a futuro, no acampar en sitio confortable creyéndolo algo eterno, no creer que todo es conocido. No cobijar la ilusión de que la vida es estable y exenta de cambios, crisis y transformaciones.

¿Cómo será no tener ninguna limitación como limitación?



En primer lugar tenemos que preguntarnos ¿qué es una limitación? ¿Qué clases de limitaciones existen?
Una limitación es una barrera, un obstáculo, algo que impide o dificulta la consecución de un objetivo. Existen limitaciones físicas, limitaciones temporales y espaciales, pero sobretodo existen limitaciones mentales, límites autoimpuestos sin correlatos empíricos ni afirmaciones pragmáticas.
 Es decir: pensar que algo no se puede sin haberlo intentado; ver como imposible aquello que nunca se probó. Creer tener la respuesta antes de hacer la pregunta. Es como el elefante que es atado durante sus primeros años con una débil soga a un poste irrisoriamente pequeño, el pequeño elefante intenta salir y no puede, sin embargo ese “no puedo” sigue limitándolo aun cuando ya triplica en peso y tamaño y continúa atado al mismo poste.

¿Qué es, entonces, no tener ninguna limitación como limitación?   

¿Será algo parecido a no tener ideas (prejuicios) previas acerca de uno mismo? ¿Será algo así como no tener más respuestas que preguntas?
“No tener” dice, soltar, vaciarse, no poseer ni siquiera limitaciones que me limiten antes de hacer la prueba, antes de intentarlo, no tener ese algo que me limita a priori.
Y si tenemos limitaciones, ¿no serán ellas mismas un camino? No tener ninguna limitación como limitación puede leerse también como “no tener ningún camino como camino”. ¿Cuántas veces seguimos el camino de nuestras autoimpuestas limitaciones, también conocidas como: yo nunca, yo siempre, yo no, a mí nunca, a mí siempre?
Y si tomamos entonces como camino nuestras limitaciones, ¿veremos alguna vez algo más que no sea nuestro límite reflejado en el espejismo que se forma en el camino?  

Juan Emilio Abálsamo  

El Chi

¿Qué es el Chi? 

Chi es la energía o fuerza natural que llena el Universo. 
Existen tres tipos de Chi. El cielo que tiene Chi celestial, son las fuerzas que los cuerpos celestes ejercen sobre la tierra, como el brillo del sol, el efecto de la luna sobre las mareas. 
La tierra que tiene Chi terrestre, que absorbe Chi celestial, y recibe influencia de éste. 
El hombre posee Chi humano, que es influido por los otros dos. Se creía que el Chi celestial controlaba el clima y los desastres naturales. Cuando el Chi o campo de energía pierde su equilibrio,lucha por restablecerlo. Entonces el viento soplará, la lluvia caerá e incluso se producirán tornados y huracanes a fin de que el Chi celestial logre un nuevo equilibrio de energía. El Chi celestial influye en el Chi terrestre. Por ejemplo, demasiada lluvia hará que un río se desborde o que deba cambiar su cauce, sin las lluvias las plantas morirían. Se cree que el Chi terrestre está constituido por líneas y patrones de energía así como por los campos magnéticos de la tierra y el calor que se encuentra bajo la tierra. Es necesario que se mantengan en equilibrio, de otro modo ocurrirían desastres tales como terremotos. Cuando el Chi terrestre se encuentra equilibrado, las plantas crecen y los animales experimentan bienestar. 




De igual manera, cada individuo, animal y planta posee su propio Chi, que siempre busca mantenerse en equilibrio. Cuando un elemento pierde su balance, enferma, muere y se descompone. Así pues, la armonía y la influencia entre unos y otros constituyen los temas más importantes. Todo lo natural, incluido el ser humano, crece dentro de los ciclos naturales del Chi terrestre y el Chi celestial y recibe su influencia. 
Como consecuencia de formar parte de esta naturaleza (Tao), la persona debe ser capaz de realizar ajustes en sí misma cuando así se requiera a fin de adaptarse sin complicaciones al ciclo natural y aprender así a protegerse de las influencias negativas de la naturaleza. 


Dr. Yang, Jwing-Ming (1998). La definición del Qi y del Qigong. Introducción. En: La esencia del Taiji Qigong. Fundamentos internos del Taiji Quan. Buenos Aires, Argentina. Editorial Sirio, S. A., pp. 22-23

viernes, 4 de noviembre de 2016

Estilo Marcial



Estilo Marcial surge gracias a la inquietud de un grupo de artistas marciales impulsados por la curiosidad y el gusto de crear un sitio donde puedan compartirse notas, entrevistas, noticias, películas y material artístico relacionado a la práctica de Artes Marciales.


Buscamos generar puntos de conexión entre los practicantes de artes marciales y esperamos contribuir al desarrollo de la cultura y estilo de vida que ellas conllevan.