Cuando desgastamos
nuestras mentes, aferrándonos tozudamente a una visión parcial de las cosas,
negándonos a ver un más profundo acuerdo entre éste y su opuesto
complementario, sufrimos lo que se llama “las tres de la madrugada”.
¿Qué es esto
de las tres de la madrugada?
Un domador
de monos fue a ver a sus monos y les dijo:
“Con
respecto a lo de vuestras castañas: vais a recibir tres medidas por la mañana y
cuatro por la tarde”.
Ante esto,
todos se enfadaron. De modoque dijo: “Está bien, en este caso os daré cuatro por
la mañana y tres por la tarde”. En esta ocasión quedaron satisfechos.
Ambas
soluciones eran lo mismo, en tanto que el número de castañas no variaba. Pero,
en un caso los animales quedaban descontentos y en el otro satisfechos. El
guarda estuvo dispuesto a cambiar sus planes para hacer frente a las
condiciones objetivas. ¡No perdió nada al hacerlo!
El hombre
verdaderamente sabio, considerando ambos lados de una cuestión sin parcialidad,
ve ambos a la luz del Tao.
Esto se
llama seguir dos cursos a la vez.
Chuang Tsé.
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